
Había una vez un lugar llamado Ilusiones, en donde se soñaron todos los sueños del mundo. En su carrousel todavía se pueden escuchar las risas de los chicos que alguna vez pasaron por allí. Ahora sólo queda una reja cerrada y el corazón triste de un hombre solitario que espera su propia ilusión: volver a sentir amor.
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